En presencia de tus ángeles te canto

Hoy,  29 de septiembre, se celebra la fiesta de los santos arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael: los únicos ángeles que la Escritura menciona por su nombre. 

Para unirse a esa fiesta, "La escala de Jacob" comparte con sus lectores un fragmento de las reflexiones de monseñor Cristoph Schönborn, Arzobispo de Viena, durante los Ejercicios Espirituales dados en el Vaticano en presencia del Papa en la Cuaresma de 1996. La publicación en forma de libro de estas meditaciones (en español bajo el título "Amar a la Iglesia", B.A.C., 1997) tiene prólogo del cardenal Joseph Ratzinger.

...la Iglesia no es concebible sin esas criaturas

gloriosas a las que llamamos ángeles.

Que Dios creó el cielo y la tierra, eso lo entendió ya la exégesis judía y precristiana en el sentido de que Dios creó el mundo de los "ejércitos celestiales", de las miríadas de seres espirituales y supraterrenales que se hallan al servicio de Dios.

Pablo se halla dentro de esa tradición, pero la encamina hacia Cristo: "En él fueron creadas todas las cosas, las del cielo y las de la tierra, las visibles y las invisibles, tronos, dominaciones, principados, potestades" (Col 1, 16). Las criaturas que hay en el cielo son los ángeles. Pertenecen, obviamente, al mundo bíblico.

La tierra se ha empobrecido, y nosotros con ella, desde que se ha perdido en buena parte, incluso entre los cristianos, el sentido de la realidad de las criaturas invisibles. ¿Qué significa para nuestra comprensión de la celebración eucarística el que, cada vez, uniendo nuestra voz a la alabanza cantada por los ángeles, entonemos el Sanctus? ¿Y qué significa para nuestra comprensión de la penitencia el que en la confesión de los pecados, al comienzo de la misa, pidamos a la bienaventurada Virgen María, a todos los ángeles y santos y a los hermanos y hermanas que intercedan por nosotros ante Dios, el Padre todopoderoso?

Borrar completamente esos pasajes sería una solución honrosa para quienes pretenden interpretar a los ángeles como simples claves de que se ha logrado una solidaridad humana.

Por otro lado, retornan los ángeles, y desgraciadamente también los demonios, en todas sus formas, con la aparición de la "Nueva Era" (New Age) y de la antroposofía, y con el pandemonismo del actual mundo de los comics y del rock. Sólo podremos hacer frente a esos brotes silvestres si en la fe reflexionamos sobre la esencia y la acción de esas criaturas.

Romano Guardini dijo lo más importante a este propósito. En un sermón para la fiesta del ángel custodio, decía:

A la pregunta sobre qué es lo que los ángeles significan, pueden responderse algunas cosas. Lo decisivo lo dijo Jesús en un pasaje bíblico santísimo, a saber, en la oración que él enseñó a los suyos. En la tercera petición del Padrenuestro debemos pedir a Dios que se haga su voluntad así en la tierra como en el cielo. Y los que lo hacen en el cielo son los ángeles. Ellos, de quienes se dice que "en el cielo contemplan sin cesar el rostro de mi Padre celestial" (Mt 18, 10)., entienden con mirada amorosa qué es lo que quiere el Dios providente y cumplen su voluntad con grandiosa energía y exactitud.