miércoles, 23 de enero de 2019

Lectura del santo Evangelio

En un templo de Buenos Aires, he escuchado al sacerdote anunciar el Evangelio de este modo: "Lectura de un amigo llamado Juan".

Como suele ocurrir, no se trata sólo de un "abuso" litúrgico; encierra un error antropológico y teológico muy profundo. Cuando el pueblo fiel va a misa, no lo hace para escuchar a "un amigo": para eso está mejor ir a charlar a un bar... 
Los cristianos vamos a misa para encontrarnos con el Señor (y a la comunidad, claro está), y por ello queremos, necesitamos, pedimos, exigimos que se nos proclame "el Santo Evangelio" y no las palabras de "un amigo". Se dirá que el contenido del texto bíblico es el mismo en cualquier caso, lo cual es cierto, pero ello no aminora la gravedad de la diferencia del concepto que encierra cada uno de los dos anuncios.

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