"La Virgen Inmaculada ... asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial fue ensalzada por el Señor como Reina universal, con el fin de que se asemejase de forma más plena a su Hijo, Señor de señores y vencedor del pecado y de la muerte".
(Concilio Vaticano II, Constitución Dogmátiva Lumen gentium, n.59).
Mañana, 22 de agosto, es la fiesta de María Reina.
Impecable recuerdo de Santa María Reina, al concluir la "octava" de su Asunción. Y muy oportuna la cita del Concilio Vaticano II. Gracias por ello. Lo reproduzco.
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