miércoles, 28 de agosto de 2019

La Madre de Dios es la servicialidad personificada

"Ella sirve a Dios y a sus deseos
donde y cuando se le presentan.

De la misma forma el instrumento de María
debe estar dispuesto siempre y en todo lugar
a una servicialidad lúcida y desinteresada.

Constantemente vive y palpita en su alma
y en sus labios la pregunta:
Señor, ¿qué quieres que haga?"


P. José Kentenich, 1944

No hay comentarios:

Publicar un comentario